La crítica de un ciudadano poco ejemplar Comienzo así, sin saludar, porque no me quedan las formalidades, porque en este mundo se le nombra a todo en función de lo que hace, tiene o según lo indispensable que es para otros. Como yo ante la sociedad no tengo función, nada tengo y no soy importante para nadie, soy un simple vago o loco. Como a ustedes más les agrade, o mejor dicho, como menos les desagrade. En cuanto a mi crítica, ustedes disculparán si divago o me pierdo, pero es que con la mirada arriba, buscando los últimos rayos de sol entre los rascacielos, a veces tengo alas y quieren volar. Hablando de alas, quiero hablar de lo que ustedes llaman libertad. Porque si la conocieran no tratarían de destruirla o apropiársela, todos la buscan, pero impiden que otros sean libres, andan por ahí disfrazados de Armani, cortándole a todo las alas con sus chequeras, como si la libertad de uno, hiciera menos libre al otro. Yo me jacto de ser libre porque mis ojos enfocan lo que les place, s
Sólo se conoce bien lo que se domestica