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Mostrando entradas de octubre, 2011

Te voy a hacer un comic

Nunca fui un niño de Marvel  TM , tampoco de DC  TM ; Superman era genial, pero jamás me encomendé a su heroísmo; yo creo que estrené el raciocinio demasiado temprano, no sé. Tampoco le pedía milagros al Dios de mis padres, a ese señor yo nunca lo había visto ni en la tele. A veces me ponían a hablar con él, hincado junto a mi cama con las manos juntas como en un aplauso congelado (quién sabe porqué). Pero yo con tantas preguntas y él con tanto silencio, creo que no funcionó. Es muy raro, lo sé, sobre todo porque Batman tiene ese asombroso cinturón con mil artilugios que siempre salvan el día, pero a mí no me sorprendía tanto; su cinturón no tenía un suéter , tampoco podía hacer paletas heladas con el chocomilk que había sobrado en el desayuno y, sobre todo, era incapaz de espantar a los monstruos, es mas, creo que hasta los atraía. ¿Qué clase de héroe es ése? El mío era mejor, sobre todo en la parte de espantar monstruos, ah, y los suéteres. Ni se diga sus besos curativos, cual

Bloqueo de escritor

Bloqueo de escritor  gato Escribía lo que estaba pensando en publicar hoy, pero supongo que a Cleo no le gustó que no le estuviera poniendo atención, así que esa será la única historia de hoy. Avísenle a Cleo que sí le puse atención y que hasta le dediqué esta entrada.

Del Latín amicus; que deriva de amore

Yo no guardo mis recuerdos en vitrina, están más bien en el mismo baúl donde siempre he guardado mis juguetes; manchado de chocolate y huellas de lodo... pero nunca empolvado. Recuerdos desordenados, unos encima de otros, así, como van cayendo. Alguno sin brazo, sin pierna o sin nombre; mutilado sin malicia por el uso y la costumbre, pero al fin recuerdo en el baúl. Ayer mi baúl cumplió un año menos, así que se pusieron a bailar mis recuerdos. Yo los miré distante, anonadado, silente, melancólico. Y como llorar no es lo mío, pues no hice nada, o eso pensaba, porque un relámpago imprudente capturó evidencia de una de las más sinceras sonrisas que se me han escapado entre los dientes desde el inicio de mis tiempos. Ayer mi baúl cumplió un año más, mis felicitaciones al carpintero, qué buena mano; hasta las astillas saben a eternidad. "Todo ha valido la pena", ¿cuál pena?, ¿quién en realidad conoce a esa señora? Yo sé de risas, sacrificios, pérdidas y ganancias, entrega